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Diversidad en Tiburones

Los tiburones son parte de un grupo de peces, diverso en formas y tamaños, denominado Condrictios o “Peces Cartilaginosos”, que incluye también a rayas y quimeras. El nombre tiene su origen en los vocablos latinos “chondros”, que significa cartílago e “ichthys”, que significa peces.

El esqueleto de estos está formado por cartílago calcificado y no por huesos como el de los demás vertebrados. El origen de la denominación de todo el grupo de peces cartilaginosos es de fácil deducción, pero el de la palabra tiburón o su traducción al inglés (shark) no es del todo claro.

Algunos lingüistas afirman, aunque con ciertas dudas, que la palabra tiburón, de origen caribeño, puede descomponerse en dos partes: ti- que significaría “tierra” y -burón, que significaría pez. Los primeros naturalistas que describieron los peces del nuevo mundo destacaban al tiburón (nombrado así por los nativos) como “un pez ágil en el agua, de gran tamaño y muy carnívoro”.

Se resaltan dos características importantes que hasta nuestros días siguen siendo una forma en la que el común de la gente los clasifica; estas son el tamaño y la preferencia por la carne. Aún se suele asociar a los tiburones con los ejemplares de mayor tamaño del grupo, dejando a los más pequeños en categorías de tollo, fume o cazón. Por otra parte, se suele asociar a los tiburones de gran tamaño con su apetito y debilidad por la carne, mientras que los más pequeños resultan ser peces inofensivos parientes de los tiburones.

Debemos aclarar que los tiburones han variado muy poco en su forma en los últimos 70 millones de años, aunque es posible observar grandes diferencias entre unos y otros. La razón por la que existen tantas formas radica en que han colonizado una gran diversidad de ambientes o han adoptado una variedad de estrategias de sobrevivencia.

Todos tenemos en mente la forma general del cuerpo de un tiburón. Se trata de un pez con forma de torpedo (fusiforme), aberturas branquiales a los costados de la cabeza, con nariz y hocico relativamente grandes y con aletas a los costados y sobre su tronco.

La característica principal de las rayas es que, a diferencia de los tiburones, son aplanadas dorsoventralmente. Los ojos quedan en la parte dorsal y el hocico en posición ventral, delante de las aberturas branquiales.

Por otra parte, las quimeras son peces de aspecto más robusto, algo aplanados lateralmente y con una sola abertura branquial al costado de la cabeza, ya que las aberturas branquiales están cubiertas por un opérculo, similar al de los peces óseos, pero de cartílago. Externamente no parecen tener nada en común con los tiburones y rayas, pero en realidad comparten muchas características menos evidentes.

Pero ¿es realmente tan clara la diferencia entre los tres grupos de condrictios? Así como hemos descubierto que los tiburones viven en todos los océanos y latitudes del mundo, también sabemos que hay tiburones en forma de raya, rayas con forma de tiburón y tiburones que no parecen ni lo uno ni lo otro, por lo que muchas veces la identificación se complica. La diversidad de tiburones es tan amplia como los ambientes que habitan. Hay tiburones de profundidad, los que viven cerca de la superficie, en aguas cálidas y otros que sólo viven en aguas frías. Así mismo, sus formas, colores y tamaños son muy variados. Hay tiburones que con dificultad superan los 15 cm, como el tiburón cigarro, mientras que hay otros que alcanzan los 18 m, como el tiburón ballena. También tenemos tiburones que son de un sólo color y otros con diseños más llamativos. Con las rayas y quimeras ocurre lo mismo; es decir, tenemos con diferentes tamaños, colores y que viven en diversos ambientes.

En Chile el público en general no tiene conciencia de la cantidad de especies de peces cartilaginosos, que se pueden encontrar en el mar territorial. Tenemos la suerte de tener condrictios a lo largo de todas las costas del país, desde Arica hasta la Antártica. Hasta 2009, se han reportado 104 especies de tiburones, rayas y quimeras. Chile realmente es un país de tiburones. Tenemos certeza de que por nuestras aguas circulan habitualmente el gran tiburón peregrino, que bordea los 12 m de longitud total y que suele nadar cerca de la superficie del mar, así como una gran cantidad de especies de profundidad que rara vez pueden ser vistos por la gente, ya que no son llevados a puerto o no cuentan con la atención mediática que se les da a las especies con aspecto más feroz o de tamaño considerable.

Las rayas presentan problemas similares. En la zona austral del país, existe mayor conocimiento de la presencia de estos peces, ya que hay pesquerías importantes que permiten a la gente verlas en las caletas de pescadores en forma habitual. Sin embargo, en las zonas centro y norte de Chile los avistamientos para los ciudadanos normales no son frecuentes. No hay pesquerías dirigidas específicamente a rayas en el norte (salvo por la pesquería de raya águila (Myliobatis)), por lo que de vez en cuando se puede ver alguna colgada como trofeo, lo que llama la atención de transeúntes.

Las quimeras tienen sólo un representante que es conocido en forma masiva, el pejegallo Callorhinchus callorhynchus, que es vendido a lo largo del país y es bastante apetecido por la gente. Pero entonces ¿cuál es el problema con las quimeras? El problema radica en que no es asociado por la gente como un tipo de tiburón. Se piensa que es un pez más, emparentado a peces óseos y sin relación alguna con los peces cartilaginosos.

Queremos destacar entonces que Chile es un país con una variedad importante de condrictios, tan diversos como lo son nuestras costas y condiciones ambientales a lo largo del país. Por otra parte, debemos señalar que la riqueza de especies está en pleno crecimiento gracias a nuevas investigaciones y la relación estrecha que se ha podido entablar con pescadores en el territorio nacional. Con las facilidades que tenemos para tener acceso a faenas de pesca, junto con la capacitación y entrenamiento de un número importante de estudiantes y profesionales para la identificación de condrictios, no tenemos dudas de que el número de especies de estos en Chile seguirá creciendo con el tiempo.